viernes, 23 de febrero de 2018

Dormir y Soñar




Se puede decir que, dormir y soñar son dos acciones que tienen como punto en común una alteración del estado de conciencia. Al dormir y al soñar la actividad eléctrica del cerebro cambia, es por ello que, se considera un estado de alteración de la conciencia. En tal sentido, existen diferencias notables entre dormir y soñar, las cuales presentaremos en este artículo partiendo de sus definiciones.
Dormir
     Primeramente, según el diccionario de la real academia de la lengua española (RAE), dormir es hallarse en el estado de reposo que consiste en la inacción o suspensión de los sentidos y de todo movimiento voluntario. De acuerdo con este concepto, se puede decir que, dormir es encontrarse en un estado de reposo, con los ojos cerrados, de forma inconsciente y en el que se produce la suspensión de las funciones sensoriales y de los movimientos voluntarios.
     Así, se estima que el ser humano pasa aproximadamente un tercio de su vida durmiendo, ya que, implica una necesidad básica o fisiológica porque este estado permite restaurar el organismo y recuperar las energías gastadas durante todo el día. En este sentido, el dormir de forma adecuada puede ser fundamental para mantener un estilo de vida saludable. Cuando la persona no duerme lo suficiente se altera el funcionamiento normal del organismo porque se altera la circulación sanguínea y se genera estrés que trae entre otras consecuencias.
     Dormir es un proceso meramente físico, que implica el descanso del cuerpo y tiene diferentes etapas:
La etapa 1: es el punto en el que la persona acaba de quedarse dormida y puede despertar con facilidad.
La etapa 2: se está comenzando a pasar de un nivel de pérdida leve de conciencia a uno de mayor inconsciencia.
La etapa 3: la persona está profundamente dormida
La etapa 4: la persona resulta difícil de despertar y si se le despierta, la persona reacciona aturdida y podría verse asustada.
     Finalmente, las personas duran cierto periodo de tiempo en cada etapa y antes de despertar la secuencia se revierte, pasando de la etapa 4 a la 3, luego a la 2 hasta llegar a la etapa 1 y despertar.
Soñar
     Podemos decir según el diccionario de la real academia de la lengua española (RAE) que soñar es representarse en la fantasía imágenes o sucesos mientras se duerme. Esto quiere decir que, soñar es un estado en el que se representan percepciones visuales, auditivas y emociones a expensas del razonamiento y la lógica en un estado de inconciencia propio del dormir.
     Los sueños son involuntarios y mientras se tiene un sueño, la persona no dispone de la capacidad de juzgar, reflexionar y/o pensar como lo hace cuando está plenamente consciente. Asimismo, estos se presentan en alguna de las etapas cuando la persona duerme pero más frecuentemente se presenta en la segunda y tercera etapa, ya que, en la etapa 4 el estado de inconciencia es tan profundo que no se tiene la capacidad de soñar.
De acuerdo con lo señalado, las diferencias entre dormir y soñar se pueden resumir en:
     El dormir es meramente un estado físico que implica el estado de descanso e inconciencia del cuerpo mientras que el soñar es un estado mental que se presenta cuando la persona está dormida.
     Soñar es un estado de representación de percepciones y emociones que se presenta en algunas etapas del dormir, generalmente, en las etapas 2 y 3.
Etapas del sueño
     ETAPA I: es la que se entra y se sale del sueño. En ella son muy frecuentes los despertares y las sensaciones de “caída”. En esta etapa, los ojos se mueven lentamente y la actividad muscular se enlentece.
Cuando estamos en ella, nos damos cuenta de lo que ocurre a nuestro alrededor e incluso nos podemos creer que no estamos dormidos. Las ondas cerebrales que predominan son la alfa y la theta.
     ETAPA II: el sueño se hace más profundo y el tono muscular es más reducido. El movimiento de ojos se detiene y las ondas cerebrales se vuelven más lentas.
     ETAPA III: Es la etapa del sueño en el que realmente descansamos y en el que, si nos despertáramos, nos sentiríamos confusos. En esta fase las ondas cerebrales predominantes son la delta. Es donde generalmente se dan trastornos de sueño como el sonambulismo, terrores nocturnos y mojar la cama.
     ETAPA IV: aquí es donde nos encontramos profundamente dormidos y nos hace descansar tanto física como psíquicamente. Aunque no es la fase en la que soñamos, nos podemos encontrar con imágenes, con la diferencia de que nunca son historias.
     ETAPA REM: es la etapa en la que soñamos en forma de historia. En este momento el tono muscular no existe (por eso cuando queremos gritar en un sueño, no podemos).
Las ondas cerebrales predominantes son la theta. En esta etapa, las ondas cerebrales son como cuando una persona está despierta, por lo que, el ritmo cardíaco y la presión aumenta, al igual que el movimiento de los ojos y a la vez, los músculos se paralizan. En este momento es cuando soñamos, y si nos despiertan, los recordamos.
     Un ciclo de sueño completo, desde la etapa I a la etapa REM, suele durar entre 90-110 minutos, teniendo, generalmente, cinco ciclos a lo largo de la noche… (Esquinas, s.f.)
La vida sin descanso y sueño
     El descanso, restaura la energía de la persona, permitiéndole recuperar su funcionamiento óptimo. Cuando las personas son privadas del reposo suelen estar irritables, deprimidas y cansadas, y pueden tener un control escaso de sus emociones.
Sueño, es una necesidad básica humana según maslow, el sueño es un estado de conciencia en la que la percepción y reacción al ambiente del individuo están disminuidos. El sueño tiene funciones de restauración y protección, y sirve para reajustar o conservar los sistemas biológicos.
     El descanso y el sueño son esenciales para la salud y básicos para la calidad de vida, sin sueño y descanso la capacidad de concentración, de enjuiciamiento y de participar en actividades cotidianas disminuye, al tiempo que aumenta la irritabilidad.
Estados Alterados de la Conciencia
     En términos generales, un estado alterado de consciencia puede definirse como un estado mental que puede ser reconocido subjetivamente por un individuo, o por un observador, como un estado diferente del estado normal del sujeto, ya sea por variaciones psicológicas o del estado de alerta propio de la vigilia. Es posible detectar los siguientes estados diferentes:
     El estado de consciencia “normal”: Es el estado de vigilia cotidiana caracterizado por la lógica, la racionalidad, la ley de causa y efecto, la intencionalidad y el sentimiento de que uno controla su propia actividad mental. El individuo es consciente de sí mismo en tanto que unidad experimental.
     El estado de sueño: Presenta períodos de movimientos rápidos de los ojos y ausencia de ondas cerebrales lentas. Este estado se produce repetidamente durante la noche como parte del ciclo soñar-dormir.
     El estado hiperalerta: Se distingue por una vigilancia acrecentada y prolongada mientras se está despierto. Se puede inducir por medio de drogas que estimulan el cerebro, por medio de actividades que precisan una concentración intensa.
     El estado letárgico: Presenta una actividad mental aburrida y perezosa. Se puede producir por fatiga, falta de sueño, deshidratación, desnutrición, etc.
     El estado de rapto: Se caracteriza por un sentimiento intenso y una gran emoción evaluada subjetivamente como estimulante y positiva.
     El estado de histeria: Es producido por una emoción intensa evaluada subjetivamente como negativa y destructora. Puede ser originado por el pánico, la furia, el terror, etc.
     Estados de fragmentación: Hay una falta de integración entre segmentos importantes de la personalidad.
Estados regresivos: Presentan una conducta inapropiada respecto a la edad cronológica del individuo y de su psicología habitual.
     El estado de soñar despierto: Se producen pensamientos que se suceden rápidamente y que no tienen relación con el ambiente exterior.
     Estado de examen interior: Es cuando hay percepción interna de las sensaciones corporales en los órganos, tejidos, músculos, etc. La consciencia sigue estando presente, pero a un nivel no reflexivo.
     Estado de estupor: Hay una capacidad suspendida o muy reducida de percibir los estímulos. Es posible la actividad motora, pero su eficiencia está muy reducida; se puede utilizar el lenguaje de manera limitada y, a menudo, lo que se diga es carente de significado.
     Estado de coma: Hay incapacidad total de percibir estímulos. Muy poca o ninguna actividad motora, sin utilización del lenguaje.
     Estado de repaso de la memoria almacenada: Una experiencia pasada no se puede recordar sólo por la consciencia reflexiva de la persona. Sin embargo, los restos de los acontecimientos pasados (engramas) siempre existen en algún nivel de profundidad inconsciente.



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